Salto en ruta; vivero de empresas-residencia cooperativas en Sants
El proyecto se sitúa en el barrio barcelonés
de Sants en el área afectada por el corte ferroviario, en el tramo dónde el
ayuntamiento ha realizado la cubrición de la comúnmente conocida cómo playa de
vías y de cuyo proyecto aún falta la urbanización. El emplazamiento exacto
surge del análisis de la variable de cartografía histórica del lugar estudiada con
Gerardo Pérez.
Debido a la fragmentación urbana existente,
dada la historia de construcciones industriales desligadas, se concreta el área
de Mercat Nou cómo lugar para la sutura urbana del corte que generan las vías y
la puesta en diálogo de las distintas piezas que configuran el entorno. Por
otro lado estudio el caso de las cooperativas, observando cómo ese tejido
social, que históricamente era el único aglutinador real, sigue activo gracias
a su origen obrero, residiendo en la memoria colectiva del barrio. De ahí surge
un programa para resolver por una parte el tema urbano de desubicación,
fragmentación y división física histórica y por otra el tema de participación
social para una cicatrización real.
Esto se traduce en un edificio que
es infraestructura de salto, con una serie de recorridos públicos, directos
mediante escaleras mecánicas y ascensores y otros que van generando rutas-calle
de conexión, siempre repleta de actividad ligada a unas relaciones de programa
directamente surgidas del estudio del cooperativismo. De esta forma se genera
una estrategia de ruta y de actividad conjunta que guía la ocupación del lugar
provocando efectos colaterales al proyecto.
Una ruta que se va conectando en distintas cotas a puntos estratégicos; la salida de metro de Mercat Nou, el paso subterráneo, la antigua estación transformadora con los últimos huertos antiguos de Sants, Can Vies o la propia cota del cajón. Todo ello para generar una red de relaciones nuevas que unan mediante una vía pública las nuevas actividades del edificio con las de su entorno más inmediato.
A este recorrido se le solapan unos
espacios destinados al trabajo y otros a la residencia, con distintos rangos de
relación con lo público pero sin perder la máxima interconexión entre ellos. Se
plantean espacios en qué la cooperación y la independencia sean posibles en
todas las escalas y la conexión del edificio con lo externo quede ligada a
través de lo público con las nuevas relaciones que se produzcan.
Todo este sistema se puede transcribir constructivamente en lo pesado de
la parte infraestructural de movimiento y lo ligero de la parte activa de
ocupación. Aumentando su grado de pesadez o ligereza en función del carácter
permanente del elemento constructivo. De manera que lo ya construido queda a rehabilitar y dónde el efecto colateral será
la resurrección o reactivación del propio espacio deshabitado.